Glosario Psicología / Término

Esquizofrenia

Trastorno de tipo psicótico caracterizado por la presencia de síntomas positivos como alucinaciones y delirios y/o negativos como empobrecimiento y alteración del lenguaje, dificultades de mantenimiento de la atención. Uno de los síntomas más conocidos es la presencia de alucinaciones generalmente auditivas. Existen diversos subtipos.


Es una enfermedad mental grave. Se trata de un desorden cerebral que deteriora la capacidad de las personas en muy diversos aspectos psicológicos como el pensamiento, la percepción, las emociones o la voluntad. Precisamente por su carácter deteriorante, y porque se observó que se iniciaba en edades muy tempranas, se la denominó «demencia precoz» durante un tiempo. Luego se sustituyó esta denominación por la de esquizofrenia, como la llamamos actualmente, y que etimológicamente significa «mente escindida». Con este término, se quería subrayar las alteraciones en el pensamiento que presentan estos pacientes.

Síntomas

Hay dos grandes problemas en relación con los síntomas de la esquizofrenia. El primero es común a otros trastornos mentales y consiste en que, los síntomas en su mayor parte son subjetivos, es decir, sólo el paciente los experimenta, con lo cual no pueden ser comprobados. El segundo, es que la esquizofrenia es una enfermedad que presenta muchos y variados síntomas pero ninguno es específico de ella, sino que también pueden estar presentes en otros trastornos mentales. Actualmente se dividen los síntomas en dos grandes grupos: los positivos y los negativos, sin que esta división tenga nada que ver con que unos sean buenos y otros malos. Los positivos consisten en aquellas manifestaciones anormales que experimentan o hacen los pacientes, como ver cosas que no existen (alucinaciones) o pensar que ocurren cosas que no son verdad (delirios). Los negativos consisten en aquellas manifestaciones que hacen pensar que el sujeto está perdiendo capacidades para pensar, sentir o hacer cosas con normalidad. Por ejemplo, dejar de hablar con fluidez, tener interés por las cosas o las personas, por levantarse cada día a trabajar, etc. Es habitual que, con el paso del tiempo, muchos de los síntomas se alivien. Sin embargo, suelen quedar algunas secuelas como abandono del cuidado de sí mismo, frialdad hacia los demás, indiferencia o desinterés por todo. Los síntomas más característicos de la enfermedad son:

- Delirios: ideas erróneas de las que el paciente está convencido. Por ejemplo, «creer que todo el mundo está contra él o que tratan de perjudicarle».

- Alucinaciones: percibir algo que no existe. Por ejemplo, oír voces (que le insultan o hablan de él), o ver objetos o caras que no están.

- Trastornos del pensamiento: el lenguaje del paciente se hace incomprensible y se altera la fluidez.

- Alteración de la sensación sobre sí mismo: la persona siente que su cuerpo está cambiando, se ve a sí mismo como raro. Los pacientes pueden decir que se ven cambiados al mirarse al espejo. Los límites entre uno mismo y los demás no están claros. Por ello, pueden creer que los demás pueden saber lo que piensa o por el contrario, creer adivinar lo que otros piensan.

- Deterioro de las emociones: la afectividad se va empobreciendo. Puede llegar a la ausencia de sentimientos. Los pacientes se muestran inexpresivos y se comportan con frialdad hacia los demás.

- Aislamiento: los pacientes se encierran en sí mismos y en su mundo interior. A este síntoma se le denomina autismo. Se manifiesta porque el paciente se queda encerrado en su habitación y evita la compañía de los demás.

Clásicamente, se han diferenciado varios subtipos de esquizofrenia:

- Esquizofrenia paranoide: es el subtipo más frecuente. Predominan las ideas delirantes de persecución o de perjuicio de otras personas hacia el paciente.

- Esquizofrenia hebefrénica: en ella predominan las alteraciones en las emociones. Son características las manifestaciones de lo que se denomina «incongruencia» emocional; por ejemplo, el paciente se ríe sin motivo aparente. Su comienzo es más precoz que la anterior y más grave.

- Esquizofrenia catatónica: se caracteriza por alteraciones motores, generalmente inmovilidad persistente, aunque puede alternar con crisis de agitación, o puede presentar movimientos repetitivos. Suele responder mejor al tratamiento.

- Esquizofrenia indiferenciada: cuando una esquizofrenia no reúne los criterios de los subtipos anteriores o presenta varios de ellos se le llama indiferenciada.

Aunque estas divisiones se siguen utilizando, hoy se tiende a valorar y diferenciar estos trastornos en función de la predominancia de síntomas positivos o negativos y, sobre todo, a medir la intensidad de cada uno de estos síntomas mediante cuestionarios y escalas. Ello permite evaluar al paciente en diversos momentos de su evolución, así como la efectividad de los tratamientos.


Estado patológico caracterizado por la falta de contacto con el medio ambiente.


Grave enfermedad mental, caracterizada por la escisión de la personalidad y por una ruptura de los mecanismos psíquicos normales, lo que provoca una conducta incomprensible y una pérdida del contacto con la realidad.


Trastorno mental grave caracterizado por signos de disociación mental, desorganización afectiva y actividad delirante e incoherente, que ocasiona una pérdida del contacto con el mundo exterior e incomunicación (repliegue autístico).

Enlace permanente: Esquizofrenia - Fecha de actualización: 2019-05-25 - Fecha de creación: 2018-03-27


< Esquema emocional Glosario Psicología Estabilidad >

Glosarios especializados

Este sitio web es posible gracias a que muestra publicidad en línea a sus visitantes.
Por favor, ayude a que pueda seguir existiendo deshabilitando su bloqueador de anuncios (adblocker).
Muchas gracias.