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Viejismo

Ageism / Âgisme / Altersdiskriminierung

Definición.- El término ageism (viejismo) fue acuñado en 1969 por R Butler, y define el conjunto de prejuicios, estereotipos y discriminaciones que se aplican a los viejos simplemente en función de su edad. En sus consecuencias son comparables a los prejuicios que se sustentan contra las personas de distinto color, raza o religión o contra las mujeres en función de su sexo. Hoy se define más ampliamente como cualquier prejuicio o discriminación contra o a favor de una categoría de edad (Palmore, 1990). El viejismo se manifiesta de muchas maneras ya sea explícitamente o implícitamente. Edith Stein, por ejemplo, ilustra algunos prejuicios negativos hacia los viejos (Palmore 1990:3-4): "Las personas viejas se vuelven irritables cuando se expresan disgustadas ante hechos de la vida como lo puede llegar a demostrar cualquier persona más joven". "Son llamados viejos verdes porque demuestran sentimientos sexuales hacia otra persona". "Son comparados con los niños en cuanto a su dependencia". "Olvidan un nombre o un hecho y se lo asocia a "es porque está viejo", no a que puede llegar a tener problemas de audición".

Palmore, E B. (1990): Ageism:" Negative and positive" Editorial Springer Publishing Company, incorporated. New York.

"Está ampliamente demostrado y sin lugar a discusión, que en la sociedad existe una actitud de discriminación y segregación hacia la población vieja que se denomina "viejismo". Esta conducta, ampliamente extendida, se sustenta fundamentalmente en la utilización de prejuicios sin los cuales perdería su soporte operacional".

Salvarezza Leopoldo (comp) (1998) "La vejez: una mirada gerontológica actual", Paidós, Buenos Aires, pág. 29.

El fenómeno viejismo (ageism) comenzó a ser estudiado en 1969 por R Butler. Término traducido al castellano y estudiado en el país por el Dr Salvarezza (Salvarezza, 1998). Basado en sus investigaciones Butler entiende por viejismo al conjunto de prejuicios, estereotipos y discriminaciones hacia los viejos en función de la edad. Sus consecuencias son comparables a los prejuicios contra las personas de distinto color, raza o religión o contra las mujeres en función de su sexo. Hoy se define más ampliamente como cualquier prejuicio o discriminación contra o a favor de una categoría de edad (Palmore E, 2001).

Es decir, viejismo son todas las conductas prejuiciosas por las cuales la vejez es mirada como déficit y los viejos, segregados, en una actitud en la que ellos mismos resultan cómplices.

El viejismo se manifiesta de muchas maneras, ya sea en forma consciente o inconsciente. Por ejemplo, pueden citarse algunos prejuicios negativos hacia los viejos.

· "Las personas viejas se vuelven irritables cuando se expresan disgustadas ante hechos de la vida como lo puede llegar a demostrar cualquier persona más joven"

· "Son llamados viejos verdes porque demuestran deseos sexuales hacia otra persona"

· "Son comparados con los niños en cuanto a su dependencia".

· "Olvidan un nombre o un hecho y se lo asocia a "es porque esta viejo", no a que puede llegar a tener problemas de audición."

· "Se piensa que no logran cambios en tratamiento".

· " Los viejos son de otra época por lo tanto lo nuevo no les interesa".

· " Al jubilarse los viejos son improductivos".

Las actitudes negativas hacia los viejos se las puede observar en la cultura popular, tarjetas de cumpleaños que denigran el avance de la edad, la carencia de imágenes positivas de los ancianos en anuncios y programas de TV, y en el uso de la lengua diaria de cada sociedad. También se advierte en algunos ejemplos ilustrativos del lenguaje coloquial: "Los viejos son todos enfermos", "El tener canas se asocia a la vejez", "viejo verde", "viejo sordo", "viejo gaga".

Salvarezza Leopoldo (comp.) (1998) La vejez: una mirada gerontológica actual, Buenos Aires: Paidós.

Palmore, E. (2001): The ageism survey: first findings. The Gerontologist, 41, 572-5.

Prejuicios negativos sobre el envejecer.- Palmore menciona los siguientes (Palmore, 1990:18-25):

1. Enfermedad . Quizás el prejuicio más común contra los ancianos es que la mayoría son todos enfermos o discapacitados. Señala que un tercio del común de la gente asegura que los viejos pasan mucho tiempo en cama a causa de sus enfermedades; tienen muchos accidentes en el hogar; tienen pobre coordinación psicomotríz, desarrollan infecciones fácilmente, que una gran proporción de los viejos se encuentran institucionalizados, viven en residencias geriátricas y que la mayoría de los ancianos no son lo suficientemente sanos como para realizar sus actividades cotidianas normalmente.

Hechos: La mayoría de los ancianos (cerca del 78% de gente sobre 65 años) son bastante sanos. Realizan sus actividades con normalidad. Mientras que una basta mayoría de la población cree que entre un 20 y el 50 % de los viejos están institucionalizados, solamente el 5% de la población mayor de 65 años lo está. Con referencia al estereotipo de que los viejos desarrollan más fácilmente infecciones y tienen más accidentes, en realidad hay entre ellos muchas menos condiciones agudas de este tipo que entre las personas más jóvenes/1,1 por persona y por año contra 2,3 por persona y por año debajo de los 65 años). Es cierto que los viejos tienen más problemas crónicos (81%), pero solo una vez y media más que las personas entre 17 y 64 años (54%), si se incluyen algunas condiciones menores tales como el uso de anteojos, reducción de la audición y alergias.

2. Impotencia. Un estereotipo relacionado es la creencia de que la mayoría de los ancianos no tiene deseo sexual. Incluso los médicos asumen a menudo que el sexo en esta etapa de la vida ya no es importante (Butler, 1975).

Hechos: La mayoría de las personas con más de 65 años continúan teniendo interés y capacidad para las relaciones sexuales. Master y Johonson (1966) encontraron que la capacidad para satisfacer relaciones sexuales continúa generalmente en los años 70 y los 80 para las personas sanas. Un estudio realizado en el Duke Longitudinal (Palmore , 1981) encontró que el sexo continúa desempeñando un papel importante en las vidas de la mayoría de hombres y mujeres en la séptima década de vida. Un estudio (Starr y Weiner, 1981) encontró que la mayoría de los ancianos dijeron que el sexo después de los 60 es aún más satisfactorio que en otras etapas de la vida.

3. Desagradable. Otro estereotipo es que los ancianos son desagradables a la vista. La belleza se asocia a la juventud, y mucha gente, especialmente mujeres, temen la pérdida de su belleza en la vejez. Los términos siguientes reflejan este estereotipo: Arrugadas, Marchitas, Brujas, Fósil.

Hechos: Mientras que nuestra cultura tiende a asociar al anciano con lo desagradable y a la juventud con belleza, otras culturas tienden a admirar las características de la edad adulta.. Por ejemplo en Japón las arrugas y el pelo blanco son muestras de sabiduría, de madurez (Palmore 1985.

4. Declinación de habilidades mentales. Otro estereotipo es que las habilidades mentales comienzan a declinar en la edad media, especialmente las habilidades para aprender nuevas tareas y recordar. También que la confusión y la desorientación son parte del proceso de envejecimiento.

Hechos: La mayoría de las personas ancianas retienen su habilidad mental, incluyendo la habilidad para aprender y recordar. Es verdad que el tiempo de reacción tiende a disminuir con la edad y puede que a la persona le cueste un poco más aprender algo nuevo. Igualmente, muchas de las diferencias entre jóvenes y viejos pueden ser explicadas por otras variables que incluyen falta de motivación, estilo para aprender, práctica o monto de información. Cuando estas variables son tomadas en cuenta, la edad cronológica no provee

influencias significativas en la habilidad para aprender (Poon, 1987). La mayoría de los estudios de memoria a corto plazo coinciden que la memoria a corto plazo se ve apenas afectada por el proceso de envejecimiento.(Kausler, 1987). En cuanto a la memoria a largo plazo se encontró que menos del 20% de la s personas mayores no recuerdan hechos o nombres del pasado, como nombres de presidentes, su edad, su fecha de nacimiento, número de teléfono, dirección o el significado de palabras comunes (Botwinick, 1967: Pfeiffer, 1975). Problemas para aprender y recordar están asociados a enfermedad que a la edad en sí misma.

5. Enfermedades mentales. Un estereotipo similar es que las enfermedades mentales son inevitables e intratables a esta edad. Muchas personas mayores y también los profesionales de la salud piensan que la mayoría de las enfermedades mentales en la vejez son intratables, lo que prácticamente explica porque pocos profesionales de la salud mental escogen especializarse en geriatría (Lebowitz, 1987)

Hechos: Tampoco son comunes, inevitables e intratables las enfermedades mentales. Sólo un 2% de las personas mayores de 65 años son hospitalizados con diagnósticos psiquiátricos primarios (George, 1984). Las comunidades que estudian la psicopatología durante el envejecimiento coinciden que menos del 10% de las personas ancianas presentan enfermedades mentales.

6. Desocupados. De acuerdo con el prejuicio acerca de que las personas mayores son enfermas o discapacitadas muchas personas concluyen que ya no están en condiciones de continuar trabajando y los pocos que lo hacen, no son productivos. Esta creencia es la base de la política de retiros compulsivos.

Hechos: La mayoría de los trabajadores de avanzada edad, trabajan eficazmente igual que los trabajadores más jóvenes. Estudios demuestran que las personas viejas tienen la misma performance y esta no es mejor que la de personas más jóvenes (Krauss, 1987; Riley & Foner, 1968).

7. Aislamiento. La mitad de sujetos que respondieron a una encuesta realizada por Palmore piensan que la mayoría de los ancianos se encuentran socialmente aislados y en solitario. Y que la mayoría de los ancianos viven solos (Palmore, 1988). Dos tercios de las personas menores de 65 años piensan que la soledad es un serio problema para la mayoría de gente de mayor a 65 años (Harris, 1981).

Hechos: La mayoría de los ancianos no se encuentra socialmente aislado . Alrededor de las dos terceras partes vive con su supuesta familia (U.S. Senate Special Committe on Aging, 1988). Sólo el 4% de los ancianos se encuentran extremadamente aislados (B. Kahana, 1987) Muchos ancianos tienen contactos con otras personas de su misma edad. Muchos estudios coinciden de que hay una reducción de la actividad social en la vejez, pero la mayoría de las personas tiende a mantener sus contactos sociales (Palmore, 1981).

8. Depresión. Ya que se cree que los típicos ancianos están enfermos, que son impotentes, que son inservibles, y que están en decadencia, es natural que se concluya que los viejos estén deprimidos.

Hechos: La prevalencia de depresión en la vejez es menor que en la juventud. Igualmente la depresión en la vejez es muy común. Expertos sostienen que entre un 30 y un 60% de la población anciana ha experimentado al menos un episodio de depresión que interfirió en su vida cotidiana (Salomon, 1981).

9. Declinación de habilidades mentales. Otro estereotipo es que las habilidades mentales comienzan a declinar en la edad media, especialmente las habilidades para aprender nuevas tareas y recordar. También que la confusión y la desorientación son parte del proceso de envejecimiento.

Hechos: La mayoría de las personas ancianas retienen su habilidad mental, incluyendo la habilidad para aprender y recordar. Es verdad que el tiempo de reacción tiende a disminuir con la edad y puede que a la persona le cueste un poco más aprender algo nuevo. Igualmente, muchas de las diferencias entre jóvenes y viejos pueden ser explicadas por otras variables que incluyen, falta de motivación, estilo para aprender, práctica o monto de información. Cuando estas variables son tomadas en cuenta, la edad cronológica no provee

influencias significativas en la habilidad para aprender (Poon, 1987). La mayoría de los estudios de memoria a corto plazo coinciden que la memoria a corto plazo se ve apenas afectada por el proceso de envejecimiento. (Kausler, 1987). En cuanto a la memoria a largo plazo se encontró que menos del 20% de las personas mayores no recuerdan hechos o nombres del pasado, como nombres de presidentes, su edad, su fecha de nacimiento, número de teléfono, dirección o el significado de palabras comunes (Botwinick, 1967: Pfeiffer, 1975). Las dificultades para aprender y recordar son asociadas a enfermedad más que a la edad en sí misma.

Palmore, E B. (1990): Ageism:" Negative and positive" Editorial Springer Publishing Company, incorporated. New York.


En 1968 Robert Butler acuñó el término viejismo (ageism) para referirse al conjunto de estereotipos y discriminación sistemática contra las personas debido a que son mayores, del mismo modo que el racismo y el sexismo lo hacen con el color de piel y el género.

El término se utiliza, pues, para referirse a la visión despectiva de un grupo social, basada únicamente en su avanzada edad cronológica.

En la sociedad actual existen valores que exaltan la juventud y la modernidad, menospreciando todo aquello que se asocie a lo contrario. La vejez se considera como una etapa de cambio negativo, donde predominan las pérdidas, la soledad y el dolor. Esto provoca que los jóvenes vean a los mayores de forma diferente a lo que son ellos mismos, dejando de identificarlos como iguales.

El mantenimiento de estos prejuicios sociales, que no están basados en hechos, sino que son fruto de la desinformación y el desconocimiento, constituye el primer paso hacia la discriminación real de las personas, en este caso, mayores. Esta situación se puede agravar cuando la propia persona mayor los acepta y los incorpora a su visión personal y autoconcepto, generando numerosos daños a su salud y bienestar psicológico.

Las personas con avanzada edad tienen sus propias características definitorias, al igual que el resto, tengamos la edad que tengamos. Los estereotipos que asocian la vejez con determinadas características de personalidad, como el mal humor, la crítica, las manías, etc. predominan en nuestra sociedad, alejándose totalmente de la realidad. Aquél o aquella que tiende a mostrarse con mal humor con 15, 20, 30 o 40 años lo hará también con 70, 80 o 90.

Cuando alcanzamos una determinada edad cronológica, normalmente podemos describirnos de una forma parecida a cómo lo hacíamos diez o veinte años atrás. Cada persona crece y evoluciona con sus características propias. De esta manera, al igual que entre el grupo de jóvenes podemos encontrar personas muy diferentes, lo haremos también entre personas de mayor edad.

Relacionado con lo anterior y que lo confirma, están los estudios que analizan los tipos de personalidad y estilos de comportamiento de las personas a lo largo del ciclo vital. Estos estudios encuentran menos diferencias entre personas de la misma edad durante la juventud, y hallan muchas más diferencias entre las que superan los 60 años. Por tanto, la población mayor se caracteriza por ser muy heterogénea; esto es incompatible con los estereotipos que tratan de homogeneizarla.

A través de la educación y la información, la sociedad actual debe luchar por erradicar los estereotipos hacia la población mayor. En cualquier situación deben ser tratados como iguales, independientemente de su edad cronológica.

Enlace permanente: Viejismo - Fecha de creación: 2018-03-27


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