La composición precisa del acero puede variar de un cliente a otro y los fabricantes de acero suelen emplear un equipamiento de metalurgia secundaria, a menudo denominado horno de cuchara, entre el proceso de fabricación del acero hasta que es transportado a la máquina de colada. Cuando el acero líquido se vuelca a la cuchara se somete a una serie de tratamientos hasta alcanzar la composición requerida.
Generalmente la composición, pureza y temperatura del acero son modificadas en este estadio intermedio mediante la incorporación de diversas aleaciones u otros tratamientos más sofisticados como la degasificación por vacío. Operaciones clave pueden incluir procesos como la desoxidación, desulfuración y desfosforación.
El proceso de metalurgia secundaria no solamente posibilita ampliar la gama de calidades de acero que puede moldearse, sino que mediante el proceso de afino del acero en un horno independiente se consigue aumentar la productividad del horno principal. La razón primordial es porque se acorta el tiempo necesario para el vaciado del acero líquido de las materias primas que se utilizan en la fabricación del acero.