Lavija

Pieza, con más frecuencia de hierro forjado, en forma de cuña o clavo, que se inserta en un agujero hecho en otra pieza, que encaja a su vez en otra, para que la primera no se salga. Se utiliza para afirmar los puntos en la rueda del aire. Suele tener un ojo, por el que se pasa un alambre que se ata al propio punto, para evitar que se salga la lavija. También y por antonomasia la lavija, una pieza de hierro en forma de t, que constituye la parte inferior del eje de giro y tracción de la corredera, completado por el árbol. El palo de la t es de sección circular y el brazo en forma alabeada y con dos uñeros para que en ellos encajen las uñas del árbol. El brazo se introduce en sendas escopleaduras talladas a cada lado del ojo de la muela -lavijares- y ésta se apoya sobre la cabeza de la lavija por cuatro prominencias que se dejan dentro de los lavijares, llamadas hombros. El palo de la t atraviesa la solera en cuyo ojo se ha colocado un cojinete de madera, llamado abu, sobre el que gira la lavija.