Se refiere a una época del Universo temprano (desde los 10e-35 a los 10e-32 segundos desde el Big Bang) donde la expansión cósmica fue infinitamente más intensa de lo que es ahora; el universo, en menos de un segundo, creció desde un tamaño menor a un átomo, hasta hacerse mayor al de una galaxia. Este periodo de inflación ayuda a explicar algunas características del Universo, como por ejemplo que galaxias muy distantes entre sí en dos direcciones opuestas del cielo tengan características semejantes.