Límite de Parker
Parker
Nuestra galaxia tiene un campo magnético que se retuerce por todos los brazos espirales, y se ha calculado la intensidad de este inmenso campo por sus efectos sobre la luz y las partículas. Los astrónomos aseguran que este campo existe desde hace muchísimo tiempo: cien millones de años sin duda y quizá todo el periodo de vida de la propia galaxia. La existencia del campo magnético galáctico limita muy estrictamente la existencia de monopolos magnéticos, porque sí existiesen en gran número, se habrían comido hace mucho todo el campo galáctico y hoy no existiría.
El campo magnético acelera los monopolos magnéticos igual que las partículas con carga eléctrica aceleran los campos eléctricos. Los monopolos magnéticos, al acelerarse, absorben energía del campo magnético. Como consecuencia de esa disminución de su energía, la intensidad del campo magnético desciende y pronto desaparece. Así, pues, la presencia de monopolos magnéticos en número considerable en el espacio exterior no se compagina con la existencia prolongada del campo magnético galáctico. En consecuencia, el que tal campo exista hoy impone un severo límite a la densidad de monopolos, que se denomina "límite de Parker", por el físico que lo estableció. Si el límite de Parker es válido, podemos demostrar que cualquier experimento con base en la Tierra, como los hechos con anillos superconductores, nunca "atrapará" monopolos magnéticos... son demasiado escasos. El límite de Parker, que utiliza la fuerza observada del campo magnético galáctico, nos muestra una vez más cómo las observaciones astronómicas ponen límites a las especulaciones teóricas de los físicos actuales.