Principio de equivalencia
la afirmación de que una fuerza gravitacional es absolutamente equivalente en todos sus efectos físicos a una aceleración general en la dirección contraria. Por ejemplo, una persona dentro de un ascensor en el espacio con una aceleración ascendente de 9,75 metros por segundo sentiría que el suelo ejerce una presión ascendente sobre sus pies exactamente de la misma forma que si el ascensor estuviese detenido sobre la Tierra, donde la gravedad ejerce una presión descendente con una aceleración de 9,75 metros por segundo. El "principio de equivalencia débil" sostiene que todos los objetos, independientemente de su masa o composición, caen con la misma aceleración en presencia de gravedad. El experimento de Eötvös, y otros posteriores y perfeccionados, demuestran el principio de equivalencia débil.