Cartografiado de la Luna.
Una de las primeras personas que se encargó de esa labor fué Johannes Höwelcke, mejor conocido por el latinizado nombre de Hevelius. Hevelius dedicó mucho tiempo a cartografiar la Luna, y en 1647 publicó su obra titulada "Selenographia" en la cual hacia una detallada descripción gráfica de los rasgos de la Luna, adjudicándole a cada uno de ellos un nombre. Hevelius bautizó los "mares" y montes lunares de acuerdo a los criterios siguientes:
- Los montes lunares recibirían el nombre de sus similares terrestres, por ello en la Luna encontramos los montes lunares Apeninos, Pirineos, Cáucaso, Jura y Atlas.
- Los "mares" fueron bautizados con nombres de estados de animo o
condiciones de la naturaleza. Por ejemplo: Mar Frigoris (Mar del Frió), Lacus Somniorum (Lago de los Sueños), Mare Tranquilitatis (Mar de la Tranquilidad), sinus Iridum (Babia del Arco Iris), Oceanus Porcellarum (Océano de las Tempestades).
Hacia 1651 aparece la obra "Almagestua Novum" de Giovanni Battista Riccioli en donde muy a gusto personal fue seleccionando los nombres para los cráteres de la Luna. Algunos cráteres que le tocó bautizar a Riccioli fueron los cráteres Clavius, Ptolomeo, Tycho, Kepler y Copérnico.
Posteriormente más astrónomos con nuevos telescopios fueron observando detalles más pequeños que fueron poco a poco bautizando según sus preferencias. Por ejemplo el propio Riccioli y su discípulo Grimaldi fueron posteriormente honrados bautizando a dos cráteres lunares con sus nombres. También hay reyes como Alfonso X de Castilla (s.XIII) en cuyo honor un cráter fue nombrado Alphonsus, y demás personajes como Julio Cesar y el Káiser Guillermo I. Algunos cráteres menores en ocasiones reciben "subdenominaciones" dependiendo de los cráteres mayores que se encuentren cerca o la agrupación de pequeños cráteres vecinos. Tal es el caso de los cráteres Mösting A, Mösting B y Mösting C; o Messier A y Messier B. Irónicamente el gran precursor de la obsecración lunar, Galileo Galilei fue tardíamente recompensado con la asignación de un cráter lunar, el cual es demasiado pequeño para las grandes aportaciones que hizo para el nacimiento de la astronomía moderna.
En tiempos de la exploración espacial, algunos cráteres pequeños recibieron nombres que estaban muy de moda. Por ejemplo, en el Mar de la Tranquilidad, donde descendiera el Módulo Lunar "Aguila" en 1969 existen tres pequeños cráteres bautizados en honor de la tripulación del Apollo XI: Armstrong, Aldrin y Collins. Cuando finalmente la sonda soviética Luna 9 obtuvo las primeras imágenes del lado oculto de la Luna, la tarea de nombrar los accidentes fue protagonizada, como era de esperarse, por los soviéticos. Ellos utilizando un criterio muy nacionalista decidieron bautizar uno de los "mares" como "Mar de Moscú" (Mare Moscoviense). Ciertamente dicha denominación se distanciaba del criterio establecido por Hevelius para bautizar los mares lunares, pero también era cierto que los mares del limbo lunar habían sido bautizados con nombres que nada tenían que ver con estados de ánimo o aspectos de la naturaleza ("Mar Limítrofe", "Mar Oriental" y "Mar Smyth").
El criterio para nombras los cráteres del lado oscuro fue más respetados. No solamente se encontraban nombres de filósofos sino de matemáticos y científicos de los últimos siglos (Pasteur, Leibintz, Oppenheimer, Szilard, Van De Graff, Fermi, Mach, Hertzsprung, Milikan, Von Newman); de precursores de la astronáutica (Tsiolkowsky, Korolev, Gagarin) e incluso hasta escritores de ciencia-ficción (Julio Verne, H.G. Wells, Campbell). Crater Copernico en el Mare Insularum y al sur de los Montes Cárpatos
Mapa del Cráter Copernico