Es una negociación cuyo fundamento es el mutuo respeto, el cumplimiento de las promesas hechas y la fidelidad a los acuerdos tomados. Aparece un organismo central o estado que se hace garante imparcial del contrato social, pero emergen también las tensiones entre libertades individuales reacias a doblegarse y el bien común que obliga a controles y coartaciones. Las personas que conforman una comunidad velarán por el bienestar comunitario en las decisiones que, si bien tienen alguna cuota de displacer por el sacrificio y esfuerzo que lo demande como mediación, la nobleza del sin fin deseado racionalmente asume los medios.