Es aquella de quienes, padeciendo grave e incurable enfermedad, quedan excluidos de la vida grupal y están privados de todo futuro. Pertenecen a una categoría de literales “excluidos” cuyos derechos y deberes precisan renovado examen.
Desde un punto de vista antropológico, se utiliza el concepto de muerte social para referirse a aquel individuo que deja de pertenecer a un determinado grupo por diversas causas: límites de edad, ausencia de ocupaciones, enfermedades estigmatizantes, degradación, abandono, abolición de su recuerdo, etc.
Esta muerte social, que puede darse con o sin muerte biológica, es paulatina ya que se va dando conforme ocurre la ruptura de los lazos que lo unen a los otros.