Universalización de la universidad

Es un proceso que lleva a la Universidad a una nueva etapa, a la construcción de una “Universidad Nueva”, porque pretende encaminar sus pasos hacia el pleno acceso de la población a los máximos niveles de enseñanza. En estos momentos las 64 instituciones de Educación Superior (ES) con que cuenta Cuba se han multiplicado en 774 sedes repartidas en los 169 municipios, con 58 114 profesores (el país cuenta con cerca de 700 000 profesionales graduados por la Revolución, lo cual permite tener una amplia cantera), en las cuales están matriculados 161 666 jóvenes, en 44 carreras. Los profesores y tutores de las sedes universitarias deben enseñar, además de las materias que imparten, a sus alumnos a aprender, para lo cual es necesario lograr: hábitos permanentes de estudio y de autopreparación, de lectura y del pensamiento lógico. Hoy día, en nuestro país no se concibe la calidad en la ES, si no es con la masividad, porque ofrecer una carrera de excelencia a una élite no tiene ninguna ventaja social. Es un concepto difícil de entender, porque hay quien piensa que la masificación está reñida con la calidad, que la universidad “no es para todo el mundo”. Entre las perspectivas de este nuevo modelo está el garantizar que todos los que terminen el nivel medio superior puedan matricular carreras universitarias. Esta posibilidad también se prevé extenderla a los trabajadores, amas de casa, jubilados y todos los que con bachillerato terminado quieran continuar estudiando. Es una nueva forma que aporta felicidad, pues como ha sentenciado el Comandante Fidel Castro, “es imposible que haya libertad sin conocimiento”.