Integración Regional
Cooperación económica y asociación político- administrativa que puede comprender desde la limitada liberalización de las relaciones comerciales entre los Estados miembros, hasta su articulación política en una supraestructura jurídico-institucional: (a) Área de Comercio Preferencial: aranceles menores para el comercio intrarregional de bienes y servicios producidos en los Estados miembros que para el comercio extrarregional; (b) Área de Libre Comercio: libre comercio intrarregional de bienes y servicios producidos en los Estados miembros (no se aplican aranceles), los cuales definen sus propios regímenes arancelarios para el comercio extrarregional; (c) Unión Aduanera: libre comercio intrarregional de bienes y servicios producidos en los Estados miembros y un arancel externo común para el comercio extrarregional. Puede existir una autoridad/administración aduanera suprarregional (cesión limitada de soberanía); (d) Mercado Común: libre desplazamiento de todos los factores de producción (bienes, servicios, recursos humanos y capitales). Existe un proceso de armonización progresiva de los flujos de comercio, políticas fiscales y monetarias, las tasas de cambio (estricta estabilidad y convertibilidad), y barreras no arancelarias; (e) Unión Económica: libre desplazamiento de los factores de producción, política monetaria unificada y moneda común, fijación de marcos generales (parámetros) para las políticas fiscales nacionales y regulación del mercado laboral; (f) Unión Política: articulación política de una supraestructura jurídico- institucional consensuada (supranacional), en que los procesos legislativos y judiciales de los Estados miembros están unificados o federados. Recientemente, ha ido emergiendo una visión alternativa: el nuevo regionalismo abierto, los procesos de integración regional multidimensionales y eficientes, basado en el paradigma de economías abiertas y competitivas, y que puede contribuir a una renovada, más justa y eficiente cooperación multilateral. El nuevo regionalismo enfatiza aspectos no económicos como la afirmación de identidad territorial, la coherencia regional, la convergencia política, la seguridad colectiva, y la no-exclusividad (apertura a la incorporación de otros Estados), que van más allá de las nociones de áreas de libre comercio e integración de mercados. (1)