Glosario Climatología y Meteorología / Término
La aparición de nubes supone la transformación en agua o hielo de vapor de agua; hay, en efecto, nubes de agua líquida, de hielo y también de carácter mixto. Esta diversidad de estados se corresponde con la de sus procesos causantes, es decir, condensación, sublimación y congelación.
El método taxonómico que se utiliza es la propuesta de Ralph Abercromby y H. Hildebrand Hildebrandsson, adoptada en 1896 por la Organización Meteorológica Internacional. Se identifican cuatro tipos morfológicos y seis combinaciones entre ellos; en total, diez, agrupados, atendida la altitud basal de las nubes, en cuatro familias. Los cuatro tipos morfológicos básicos son: Cirrus (nubes deshilachadas, filamentosas, fibrosas, blanquísimas, sin sombra); Stratus (nubes sin formas diferenciadas, en estrato, capa o velo); Cumulus (nubes de cimas redondeadas y globulares, bien recortadas, con sombras) y Nimbus (nubes sombrías y amorfas, con precipitaciones). Mediante la adscripción a familias, se diferencian cuatro grupos, es decir, nubes altas, nubes medias, nubes bajas y nubes de desarrollo vertical. Formas, dimensiones y configuración general permiten distinguir especies; así, en el caso del género Cumulus, se diferencian Cumulus humilis, Cumulus mediocris, Cumulus congestus, Cumulus calvus, Cumulus capillatus, etc. Aspectos más detallados de formas, apéndices o modos en que interceptan o permiten el paso de la radiación luminosa, permiten establecer las variedades. Especial mención ha de hacerse de nubes asociadas a accidentes orográficos, denominadas banderas, capuchones, monteras o tocas, en cuyo desarrollo colaboran eficazmente las brisas de valle diurnas, que las adosa a dichos relieves, mientras las separan o disocian de los mismos las descendentes, en especial las que soplan al amanecer.
Enlace permanente: Nubes - Fecha de creación: 2018-02-25