Glosario Climatología y Meteorología / Término
Las dos grandes zonas de circulación atmosférica en cada hemisferio se corresponden con los dos flujos de rango planetario, es decir, westerlies y alisios, que caracterizan, respectivamente, la zona de circulación general del oeste y banda del alisio; entre ambas se sitúan las altas presiones subtropicales o latitudes de los caballos (Pferdebreiten, horse latitudes). Todo el conjunto se halla sometido al mecanismo cósmico de las estaciones, que durante el invierno amplía la primera de las zonas, en detrimento de la banda del alisio, con descenso latitudinal de los máximos subtropicales; y a la inversa sucede en el verano correspondiente. Las isotermas muestran, a cinco kilómetros de altitud, desde latitudes subtropicales, una reducción progresiva de valores hasta las regiones polares, con idéntica evolución de la presión atmosférica media. Dado que en este ámbito el torbellino absoluto posee velocidad considerable, creciente hacia el polo, donde resulta máxima y coincidente con la angular de la Tierra, el viento circula en sentido W ® E , con arreglo a la ley de Buys-Ballot, dejando las altas presiones a su derecha. En este flujo de los niveles superiores sobresalen, como auténticos sistemas directivos, las corrientes en chorro o jet-streams polar y subtropical, que, vinculados a la rotación terrestre, se benefician, además, de la transformación de energía térmica en cinética. La preponderancia del flujo del oeste en superficie se ve interferida y disminuida por la distribución de tierras y mares, que condicionan los campos de presión, especialmente con la presencia de extensos anticiclones térmicos invernales, como el canadiense o el máximo siberiano. Carácter permanente, aunque reducido espesor, poseen las altas presiones polares, mientras lo revisten semipermanente las baja subpolares, como el centro ciclonal de Islandia o el mínimo de las Aleutianas en el hemisferio norte y las áreas depresionarias de los mares de Wedell y Ross en el austral. Con diferencia, las perturbaciones más importantes, sin que falten otras de diverso origen, son los ciclones extratropicales o noruegos, en cuya génesis desempeñan papel de primer orden las corrientes en chorro. En el transcurso del año la variación de altura del sol es importante, marcándose con nitidez las estaciones térmicas; de resaltar es asimismo el juego de masas de aire térmicamente contrastadas. Condición de piezas maestras de la circulación atmosférica general se reconoce a los máximos subtropicales, de raigambre primordialmente dinámica, vinculados al activo proceso de subsidencia subtropical, que revisten carácter de centros de acción permanentes o cuasipermanentes. Ellos marcan la divisoria entre la zona de circulación general del oeste y la banda del alisio, constituyen hogar del aire tropical marítimo y de sus caras opuestas emanan, respectivamente, alisios y vientos del oeste de latitudes medias. Incluyen amplios sectores de calma, de ahí el apelativo de “latitudes de los caballos”; este fenómeno obedece a que la subsidencia priva ampliamente sobre el giro horizontal en estructuras anticiclónicas con débil gradiente horizontal de presión. Por otra parte, la subsidencia impone los cielos despejados y la sequía, dando origen a un cinturón, en uno y otro hemisferio, de desiertos subtropicales. Desde los máximos subtropicales soplan hacia el ecuador los alisios, literalmente vientos marítimos, ya que carecen de fuentes continentales (Véase Alisios). A diferencia de la zona de circulación general del oeste, en la banda del alisios, caracterizada por la homogeneidad térmica, las estaciones se difuminan hasta desaparecer, y las referencias son, en todo caso, pluviométricas, sobre todo donde imperan los climas tropicales, llegándose a llamar “hivernage” en África Occidental y, como indica Humboldt, “invierno” en la cuenca del Orinoco, al verano, la estación lluviosa, mientras los españoles denominaron “veranillo” al invierno, la estación seca. Más uniforme, hasta aproximarlos pluviométricamente a los hipertropicales, es la distribución de precipitaciones en los llamados climas del alisio. La presencia de inversión térmica en la estructura vertical de este viento marca una clara diferencia entre los sectores orientales y occidentales de la zona oceánica donde soplan, con precipitaciones reducidas en los primeros y abundantes en los segundos, merced a que la inversión gana altitud y pierde entidad, hasta desaparecer, con la pérdida de latitud, permitiendo potentes ascensos de un aire cálido, muy húmedo, provisto de extraordinario caudal de energía, fruto de una evaporación muy activa sobre mares cálidos y sumamente inestables. De recordar es asimismo que, no de manera única y exclusiva, pero sí primordial, es este ámbito se sitúan loa áreas monzónicas; la combinación del monzón de verano con el factor orográfico proporciona algunos de los registros pluviométricos, en torno a 12 m. de media anual, más elevados del planeta, en observatorios como el de Tcherrapundji y Mawsynram en las montañas de Assam (NE de la India). Junto a perturbaciones cinemáticas menores (Surge-line, Shear-line) aparecen otras de más entidad como las ondas del este y las del oeste, y una, particularmente violenta, con una manifestación ingente de energía, terrible por sus secuelas catastróficas, como los ciclones tropicales. Precipitaciones estivales más regulares y continuas depara la zona de convergencia intertropical (Z.C.I.T.).
La aproximación de los alisios de ambos hemisferios dista de ser homogénea, con matices y variantes que difícilmente pueden ser reducidos a esquema. En la banda de bajas presiones intertropicales o ecuatoriales, áreas de calma (doldrums), con lluvias muy abundantes (pot-ou-noir), los alisios se difuminan en estos espacios de escasa circulación horizontal, dominados por potentes ascensos del aire. Por último, la denominación de Frente Intertropical o Frente del Monzón se aplica al contacto del alisio meridional que, transpuesto el ecuador y convertido en viento del suroeste, entra en contacto con aire tropical continental, muy cálido y seco; situaciones de este tipo se producirían en relación con el mínimo estival del noroeste de la indica y las bajas presiones saharianas.
Enlace permanente: Zonas de circulación atmosférica - Fecha de creación: 2018-02-25