Error
La sinonimia del error es extensa. Incluye términos que van desde fallo, defecto o equivocación, hasta fraude, falsedad o engaño. Lo cierto es que se trata de un fenómeno muy común e inevitable de la experiencia humana. La primera y más importante de las difundidas leyes de Murphy dice que si algo puede fallar, fallará. Desde el punto de vista de los estudios sobre creatividad, ha sido objeto de una preocupación sistemática debido a que los procesos de búsqueda y en general los intentos por alcanzar la originalidad, frecuentemente tienen por resultado equivocaciones, fallos y frustraciones, en distintos grados de intensidad. Goethe dice que el hombre yerra precisamente mientras busca, porque cuando no se busca nada no se cometen errores. En la práctica la única manera de no cometer errores es no hacer nada o al menos no hacer nada nuevo, pero salvo esta situación, invariablemente el error está presente en cualquier empresa humana. Esto en sí mismo no es negativo, distintos pensadores han hecho notar sus aspectos constructivos y provechosos, como un factor de progreso en el desarrollo del conocimiento o de perfección personal, cuando se lo asume en forma reflexiva. Saturnino de la Torre distingue cuatro direcciones semánticas o puntos cardinales del error: 1. Efecto destructivo: se entiende como un fallo irreversible y negativo atribuible a las fuerzas de la naturaleza, la acción del hombre o bien del azar. 2. Estímulo creativo: en este caso la falla o equivocación se convierte en fuente de nuevas indagaciones y en instrumento productivo. 3. Procedimiento constructivo: se convierte en un método de descubrimiento o verificación científica y transmisión didáctica. 4. Efecto distorsionador: adopta un significado negativo a través de numerosos vocablos que expresan resultados inaceptables.