Si las barreras genéticas constituyen un factor importante para la especiación (creación de especies, subespecies y razas geográficas), la máxima especiación se debería encontrar en regiones en que el flujo genético se halla interrumpido por barreras: así sucede de hecho. Las islas muestran especiación más activa que los continentes, en los que sólo se presenta en áreas donde las barreras fisiogeográficas (o climáticas) establecen varias discontinuidades.