Hidratarse

Reponer líquidos antes, durante y después de un trabajo físico. La hidratación es un factor ineludible en la adecuada práctica del deporte. Los especialistas recomiendan ingerir líquidos antes, durante, y después de la actividad para evitar la fatiga y facilitar el rendimiento. No hay que esperar a tener sed porque ésta es una señal de alarma que indica una alteración en la equilibrada proporción de agua y sales del organismo, y avisa a posteriori.
El agua es la bebida con mayor poder de hidratación, pero ¿es siempre suficiente? En esfuerzos moderados e inferiores a una hora, cuando el calor y la humedad no resulten excesivos, el agua sí es suficiente.
Sin embargo, cuando se realiza un ejercicio intenso, bajo condiciones climáticas más extremas, lo ideal es ingerir alguna bebida isotónica para evitar los efectos indeseables de la deshidratación, como los calambres o la fatiga. La sudoración excesiva supone una pérdida de agua y sales minerales imprescindibles para mantener el equilibrio interno, así como una disminución de azúcar en la sangre y del glucógeno (la forma acumulada de energía de los hidratos de carbono). En estos casos es necesario complementar el aporte de agua con las sales minerales que contienen las bebidas isotónicas, que junto con la pequeña cantidad de azúcares que aportan y, en algunos casos, también vitaminas, suponen un importante empujón para el deportista. Su composición es igual a la de los líquidos del interior del organismo, de manera que ayudan a reponer el líquido perdido con las concentraciones justas de minerales que se necesitan en esos casos.