Juegos de invasión

Juegos en los que los equipos mueven el balón (o un proyectil) al territorio de otro equipo, disparando a un blanco fijo (una meta o una cesta) o cruzando el proyectil a un objetivo abierto (una línea). Para evitar la puntuación, un equipo debe evitar que el equipo contrario ponga la pelota en su territorio y trate de anotar. Las estrategias y tácticas incluyen el uso de compañeros para abrir espacio a la ofensiva (con o sin el balón) y reducir el espacio en la defensa. La ofensiva toma la decisión de pasar, llevar la pelota, disparar y moverse creando espacios abiertos. Los defensores deben decidir qué jugadores van a cubrir y cuándo se van a mover para reducir el espacio. Los ejemplos son “ultimate” (con un frisbee), baloncesto y fútbol, entre otros.

Los juegos deportivos de invasión son aquellos que enfrentan a dos equipos que tratan de invadir el terreno del adversario, para alcanzar la meta del contrincante con el móvil (aro, pelota, etc.) más veces que él, para lo que también será necesario defender la meta propia. Ejemplos de los juegos deportivos de invasión son: rugby tag, disco volador (ultimate), fútbol, baloncesto, balonkorft, balonmano, intercrosse, etc.

Nos referimos a juegos deportivos de invasión como aquellos que enfrentan a dos equipos (con el mismo número de componentes) cuyo objetivo es invadir el terreno del equipo contrincante. Esto último es concebido entonces como una meta. En la mayoría de juegos, lo que marca la invasión o no de esta meta es un móvil (utilizamos el término móvil para referirnos a cualquiera de los objetos de intercambio: balón, disco volador, pelota, bola, pastilla, dardo…).

El ganador del juego es el equipo que más veces invada la meta contraria, para ello, los equipos tratan de conquistar el terreno de juego de los contrincantes, conservando el móvil y atacando su meta sin olvidar que tan importante es atacar la meta rival como defender la meta propia. Los juegos deportivos de invasión pueden ser practicados en canchas, campos, pistas o piscinas.

Los juegos deportivos de invasión son aquellos que enfrentan a dos equipos (con el mismo número de componentes) cuyo objetivo es invadir el terreno del equipo contrincante. Esto último es concebido entonces como una meta. En la mayoría de juegos, lo que marca la invasión o no de esta meta es un móvil (utilizamos el término móvil para referirnos a cualquiera de los objetos de intercambio: balón, disco volador, pelota, bola, pastilla, dardo, etc.).

Los juegos deportivos de invasión pueden ser practicados en canchas, campos, pistas o piscinas. Existen pocas diferencias entre autores a la hora de hablar de deportes o juegos de invasión. Hernández Moreno (1994), considerando el tipo de comunicación motriz que pueda existir o no en un deporte o juego, concibe los de cooperación/oposición como los más complejos de su clasificación en cuanto a complejidad estructural. Según Méndez Giménez, los deportes de invasión tienen relación con los deportes de cooperación/oposición descritos por el autor anterior. Ellis (1983) los define como deportes territoriales. Thorpe, Bunker y Almond (1986) presentan dos subcategorías de este tipo de juegos: los juegos de invasión orientados a una diana o meta fija y los juegos de invasión orientados a sobrepasar una línea de fondo para puntuar.

Algunos ejemplos de juegos de invasión son los siguientes:

Juegos de invasión orientados a una diana (portería, canasta, etc.)

Fútbol o fútbol sala (5x5, 7×7, 11×11, etc.), Baloncesto (5×5, 3×3, etc.), Floorball (sala o patines), Balonmano, Waterpolo, Polo, Hockey (sala, patines, hielo, hierba, etc.), Balonkorf o Korfball, Horseball, Netball, Rebotón / Tchoukball, Fútbol gaélico, Hurli ng / Camogie, Aerosport, Spongee Polo o Mazaball, Lacrosse / Intercrosse, Broomball.

Juegos de invasión orientados a una diana abierta (línea o espacio)

Fútbol americano, Ultimate (disco volador), Rugby, bitoque.