Proceso por el que un individuo desarrolla aquellas cualidades esenciales para su plena afirmación en la sociedad en la que vive.
Proceso por el cual el individuo acoge los elementos socioculturales de su ambiente y los integra a su personalidad para adaptarse a la sociedad.
Es el proceso evolutivo en cuyo transcurso, una persona adquiere y muestra diversas capacidades (como la percepción, el lenguaje, juicios de valores, modelos conductuales y referenciales, entre otros) permitiéndole actuar razonablemente en diferentes situaciones sociales.
Proceso que a través del contacto con los demás, las personas adquieren las aptitudes, los conocimientos, las reglas y los valores que tienen que conocer para actuar en la sociedad a la que pertenecen. Este proceso es progresivo y continuo en el tiempo, ya que dura toda la vida del individuo. (Martí, I. & Colaboradores. 2003).
La socialización determina, aceptar como justas las normas, los valores y las formas de comportamiento dominantes, lo que supone que dicha conformidad normativa ha de estar en equilibrio con la propia individualidad; por tanto, la persona ha de tener una “identidad”, que no es otra cosa que reconocerse frente a su entorno.