Aclimatación
Adaptación del organismo a la altitud. Condición indispensable para no padecer el mal de altura, debido a la atmósfera empobrecida de las zonas elevadas de la superficie terrestre. Cuando se logra, aumenta el número de glóbulos rojos en el caudal sanguíneo y se acelera de forma natural la respiración y el ritmo cardíaco.