Glosario Ética / Término
El Manual Deontológico y Bioético del Psicólogo define que de acuerdo con la prudencia “Se deben evaluar cuidadosamente los posibles caminos de acción para una intervención, teniendo en cuenta las ventajas y desventajas de cada uno. Así mismo, se evita dar dictámenes definitivos en las evaluaciones”.
Se entiende por prudencia la virtud de valorar para cada situación clínica los beneficios y riesgos de una intervención. La prudencia sitúa un límite a nuestros actos basándose en el riesgo de infligir mayores daños de los que tratamos de paliar. Es la virtud intelectual que permite tomar decisiones racionales, o al menos razonables, en condiciones de incertidumbre. Las decisiones prudentes no son ciertas pero sí aspiran a ser razonables. Por eso han de ser el resultado de un proceso de deliberación. Dado que no se trata de decisiones ciertas, diferentes personas pueden tomar ante un mismo hecho decisiones distintas que no por ello dejen de ser prudentes. La sabiduría práctica (phrónesis) es una función del pensamiento calculador que consiste tanto en captar las reglas generales de acción como sobre todo en saber aplicarlas a la realidad. Para Aristóteles es una excelencia a la vez intelectual y moral, y constituye la clave en la adquisición de todas las demás excelencias. La prudencia no debe confundirse con el consenso, y menos con la unanimidad.
Nos ayuda a reflexionar y a considerar los efectos que pueden producir nuestras palabras y acciones.
Es considerada la primera de las virtudes cardinales, son actos humanos que contribuyen a darle rectitud a las acciones. Es la disposición de la razón a discernir en cada circunstancia, el deber ser y elegir los medios adecuados para promover y lograr el verdadero bien del ser humano.
Bibliografía
Platón. Apología de Sócrates Aristóteles. Ética a Nicómaco Libro 6 Tomás de Aquino Suma Teológica.
Josef Pieper, Las Virtudes Fundamentales
Enlace permanente: Prudencia - Fecha de creación: 2017-05-29