[Nietzsche] Por una parte designa a las razas nobles, al animal de rapiña, a la magnífica "bestia rubia" que vagabundea codiciosa de botín y de victoria; al hombre que desprecia la seguridad del cuerpo y el bienestar, que busca placer en la destrucción, el hombre cruel que destruye y devasta con la tranquilidad y la inconsciencia de quien comete una simple travesura: el guerrero temido y admirado, cantado por los poetas y rapsodas. Por otra parte, designa a aquellos hombres que con su violencia destruirán los últimos restos de los valores tradicionales de la cultura judeo-cristiana y con su obra devastadora harán posible la llegada de un nuevo hombre: el superhombre.