Hombre

Animal dotado de raciocinio.

[Pico de la Mirandola] En los textos de la Oratio de hominis dignitate, Pico presenta una revolucionaria visión del hombre, convirtiéndose en el tema central de la obra.

Pico comienza hablando en ésta obra de ese gran milagro y animal admirable que es el hombre, para preguntarse la razón o las razones capaces de despertar la admiración y envidia de todos los demás seres.

Para Pico lo que hace que el hombre sea ese ser milagroso y único es el hecho de ser radicalmente libre y, en consecuencia, «modelador y escultor de sí mismo», eligiendo para sí la forma que prefiera. Pico no concibe que la creación del hombre por Dios sea una condena o una tragedia, sino una gozosa realidad que le permite infinitas posibilidades para ser lo que quiera.

De esta nueva intuición sobre el valor de la libertad, se desprenderá entre otras cosas, una nueva relación del hombre con Dios. Para Pico el hombre es un ser único y exclusivo constituyendo un mundo por sí mismo al margen y fuera de la jerarquía de los otros tres mundos que son el angélico, el celeste y el terrestre.

[Ortega y Gasset] Para Ortega y Gasset, el hombre es ante todo un ser extraño, ajeno a la naturaleza, un intruso que, por el hecho de serlo, se ve forzado a crear un mundo, el mundo humano, superpuesto o impuesto a la naturaleza, desde el mismo momento en que fue hombre, en que se convirtió en un animal extraño, loco de fantasía. El hombre es quien da significado y sentido a las cosas, quien, en este sentido, constituye al mundo, que pasa así de ser “caos” a “cosmos”.

La realidad se estructura para el hombre en función de un principio unificador, que no es otro que la propia preocupación humana. No tiene naturaleza, sino historia. El hombre es un “centauro ontológico”, hecho de naturaleza y artificio, dejado por la naturaleza a medio hacer, lo que le convierte en verdadera “causa sui”, es decir, en un ser que tiene que hacerse a sí mismo, en un peregrino del ser, novelista de sí mismo y res dramática.

Por eso la vida humana es permanente elección de sí misma y constitutivo peligro.