Facultad humana de pensar y discurrir.
[David Hume] Designa al entendimiento cuándo actuar discursivamente, bien en razonamientos demostrativos (que conciernen a las relaciones de ideas) o solamente por probable (referidos a cuestiones de hecho). Su papel es exclusivamente teórico, especulativo, y no puede constituir jamás el motivo de una acción ni oponerse a las pasiones. Su función práctica es meramente auxiliar ponerse al servicio de la satisfacción del apetecer impulsivo, juzgando la adecuación de los medios a los fines apetecidos.
[Descartes] Facultad natural del hombre, innata, instrumento general de conocimiento: “capacidad de juzgar bien y de distinguir lo verdadero de lo falso”. También le denomina “buen sentido” y es igual en todos los hombres. Por eso, la diversidad de opiniones proviene sólo del modo como se aplica (método).