Coladas de tierra
Consisten en un flujo de materiales saturados de agua, que se desliza por laderas, cañones y valles de montaña, que facilitan su evacuación. Las más móviles son las coladas de barro. Están condicionadas por la naturaleza de los materiales y la cantidad de agua, dándose con mayor frecuencia en terrenos arcillosos. Tras una fuerte tormenta ocurre a veces, en zonas áridas, con muy escasa vegetación, que el agua, que no puede ser absorbida por el terreno a la velocidad precisa forma con los materiales sueltos de la vertiente una especie de barro fluido que se desliza hacia la parte baja, siguiendo un cauce, en forma de colada. En este descenso va espesando y llega a envolver grandes bloques, hasta quedar detenida. También se forman coladas similares en las erupciones volcánicas, cuando tras gran salida de lava y cenizas se producen lluvias torrenciales, que arrastran los materiales sueltos formando un barro fangoso, que se desliza a gran velocidad.