Dolina
Significa en su acepción original depresión u hondonada. Consiste en una depresión cuya planta tiene forma desde circular a ovalada, de contorno redondeado, más o menos circular, cuyo diámetro puede oscilar entre unos metros y centenares de ellos. El perfil, que es predominantemente de cuba o cubeta, puede presentar forma cercana al embudo o pozo, en ocasiones, siendo también muy variable la profundidad, que puede oscilar entre pocos metros y 200. Normalmente tiene un borde, de pendiente a veces muy pronunciada, en el que aflora la roca desnuda. El fondo suele estar cubierto, en cambio, por tierra, que suele ser arcilla de descalcificación, el residuo no soluble de la caliza, de color rojizo, que convierte este espacio en propicio para el cultivo. Si los residuos son de menor importancia y la disolución penetra más profundamente, la forma se acerca más al embudo. Se forman en lugares que favorecen la retención y profundización del agua y se relacionan con fenómenos de hundimiento, provocados por un déficit de masa caliza subsuperficial. En su génesis es fundamental la estructura de la red de fracturas y diaclasas del roquedo, que marcan los puntos de mayor debilidad inicial, donde comenzaría el proceso de disolución. En profundidad el límite último lo pone el nivel al que aparezca el manto freático. Cuando éste es próximo a la superficie la dolina no alcanzará gran profundidad y puede aparecer su fondo inundado, constituyendo una ventana tectónica (torcas de agua de Cuenca). En español recibe el nombre de torca,