Dominio templado-húmedo
Se denomina también dominio forestal de latitud media. Se encuentra en los climas tipo Cf, Cs, Df y Dc de la clasificación de Köppen, ya que sus características de temperaturas, precipitaciones, máximos y mínimos pluviométricos y térmicos se hallan comprendidas en estos climas. Temperaturas moderadas, pluviosidad media o alta y distribuida regularmente, sin mínimos muy duraderos, régimen hídrico estacional, pero sin escasez de agua o, si la hay, se da en muy escasos momentos en duración o profundidad. Todas estas características favorecen la formación de suelos bastante bien desarrollados y la existencia de formaciones vegetales de mediana o alta densidad, potencialmente forestales. La vegetación se interpone entre los agentes meteorológicos y el roquedo, lo que hace que las acciones de modelado sean fundamentalmente indirectas y que la erosión se vea atenuada por ellos. Consecuentemente, los procesos mecánicos son aquí poco relevantes, predominando las acciones derivadas de los procesos químicos, aunque debido a lo poco elevado de las temperaturas no tienen excesiva intensidad. En la zona templada forestal, el aspecto fundamental, desde el punto de vista morfoclimático, es la existencia de una importante capa de vegetación forestal, lo que hace que la influencia del clima sea indirecta. Por una parte, la presencia de bosques frena las acciones mecánicas que producen los agentes meteorológicos, por otra, las temperaturas moderadas hacen que las acciones químicas tampoco sean muy intensas. En general, esta zona tiene como característica fundamental que las acciones morfogenéticas son débiles y moderadas. Estas condiciones bioclimáticas favorecen, además, la conservación de las paleoformas cuaternarias, por lo que el relieve que observamos hoy, se compone, en gran medida, de formas heredadas del pasado.