Teoría del efecto estructural
Diferencia los servicios tradicionales y modernos, y relaciona la localización de las actividades terciarias con la evolución del empleo, expone que las actividades que necesitan una mayor cualificación profesional (que son los más demandados por la industria) se concentran fundamentalmente en las ciudades; en contraposición, los servicios que requieren menos cualificación tienden a una distribución difusa en el territorio. Estudios recientes han puesto de manifiesto que el efecto estructural, aunque es importante, no se puede considerar como el factor decisivo de la localización espacial de los servicios, sino que más bien habría que atribuirla al factor desplazamiento.