Es más blando que el anterior de ahí su nombre, además es no secante antiguamente se obtenía añadiendo a la formula tradicional de cera con colofonia y betún de Judea un poco de grasa animal o hiel de buey.
Su uso estaba restringido a una técnica que consiste en la imitación del efecto lápiz o crayón. Esto se conseguía aplicando presión con un lápiz, la parte posterior de un pincel o multitud de posibles objetos sobre un papel cuya cara con textura- si la tuviera- ha de estar en contacto con la plancha barnizada, finalizada la composición se separa el papel arrastrando el barniz que ha quedado adherido al mismo. Dejamos así al descubierto el metal en donde hemos realizado los trazos y la plancha lista para el trabajo con el ácido. Según la textura del papel y el instrumento para dibujar obtenemos variados e interesantes resultados.
Utilizando este principio, si fijamos el papel sobre el que desarrollamos nuestra idea y cambiamos el color del instrumento de dibujo a la par que cambiamos de plancha, obtenemos una separación de colores con relativa facilidad.
En la actualidad se utiliza mucho pero casi siempre con otro fin: Transferir texturas de otros materiales a la plancha de metal. Esto se consigue presionando directamente o con la ayuda del tórculo, diferentes materiales sobre la plancha a la que se le ha aplicado el barniz blando.
Técnica pictórica de grabado calcográfico, se diferencia del procedimiento del aguafuerte en la naturaleza y características del barniz protector utilizado. El barniz blando, formado por una mezcla de cera, resina y sebo, no es tan líquido como el empleado en el aguafuerte, pero sí más viscoso, aunque su cualidad principal es que tarda mucho en secar y se adhiere a cualquier objeto con el que entra en contacto. Esta cualidad permite dejar como impronta sobre el barniz la textura material de objeto que se desee -la trama de un tejido, los nervios de una hoja, los poros de un papel-, textura que será reproducida fielmente en la lámina al sumergir ésta en la cubeta de ácido. Entre los efectos de las estampas obtenidas por este procedimiento, uno de los más frecuentes es el que imita el dibujo a lápiz. Para ello basta colocar sobre el barniz protector una hoja de papel y realizar en ella un dibujo con lápiz plomo. Debido a la presión ejercida por el lápiz, la naturaleza granular del papel dejará su impronta sobre el barniz y este efecto poroso quedará grabado en la lámina siendo transferido a la estampa.