Alto el fuego
Expresión que, tras la Segunda Guerra Mundial, se añadió a los diversos términos para designar los diversos modos de cesación o suspensión de las hostilidades, a saber: suspensión de armas o tregua, capitulación y armisticio. Esta nueva expresión, que no ha dejado de causar cierta confusión, fue adoptada sobre todo por la prensa y los políticos, por ser más "diciente", ya que prestada de la terminología militar, se opone a la de "abran el fuego".