Brest-Litovsk, Tratado de
(3 de marzo de 1918) Firmado entre la Rusia bolchevique y los Imperios Centrales, fue el primero de los tratados que pusieron fin a la Gran Guerra. Pese a que Trotsky trató de prolongar lo máximo las negociaciones, el envite final alemán en febrero de 1918 derrumbe las menguadas y desorganizadas tropas de la Rusia soviética. Lenin, para poder hacer frente al Ejército Blanco en la guerra civil, tuvo que ordenar la aceptación de las durísimas condiciones alemanas. La derrota alemana en noviembre anuló este tratado, creándose una situación de vacío en toda la antigua franja occidental del imperio zarista. Finalmente los bolcheviques consiguieron recuperar alguno de los territorios a los que habían tenido que renunciar en Brest-Litovsk. Ucrania es el mejor ejemplo. No obstante, la Rusia soviética tuvo que aceptar importantes pérdidas territoriales y el papel de "paria" en el concierto internacional.