Dreagnoughts
Para hacer frente al desafío naval alemán, Gran Bretaña botó en 1907 un nuevo tipo de buque acorazado, el Dreadnought, que revolucionó la industria naval de guerra. Por su velocidad y por su poder de fuego ningún acorazado de la época podía medirse a él. Sin embargo, a partir de su botadura las potencias se lanzaron a construir nuevos barcos siguiendo el modelo del Dreadnought. Los nuevos acorazados aumentaron su tamaño, su velocidad y la potencia y el número de cañones. Se entabló una verdadera "carrera naval" que hizo que a fines de la Gran Guerra fuera un modelo totalmente obsoleto.