Globo terraqueo
En el siglo XV comenzó la construcción de los primeros globos que, al estar basados en los mapas de Ptolomeo, tenían una distribución de los continentes errónea. En los siglos XVII y XVIII, cuando los mapas ganaron exactitud, se fabricaron gran número de globos terráqueos y celestes que podían hallarse en casi todas las bibliotecas. Los globos se hacían de madera o metal y se cubrían con secciones triangulares impresas o manuscritas, cortadas de forma que convergieran en los polos. Los bastidores sobre los que se montaban iban graduados para facilitar los cálculos. Siguen considerándose una de las formas más precisas de representar la superficie terrestre.