Moneda de cartón
Las primeras monedas que se tiene conocimiento fueron emitidas en 1574 por los ayuntamientos de las ciudades de Leyden y Middlebourg en los Países Bajos, sitiadas por los españoles. Estas ciudades se vieron obligadas a poner en circulación monedas de cartón o pergamino, fabricadas con las cubiertas de los libros de registro parroquiales, al no disponer de plata para la acuñación de monedas por causa del asedio. Dichas piezas presentan el gran interés adicional de haber llegado hasta nuestros días, y además, en ejemplares de diferentes valores o denominaciones. Podrían por tanto ser consideradas como las monedas europeas más antiguas que se conocen en papel, pero la realidad es que no pueden llamarse propiamente papel moneda