Rococó

Estilo artístico que se registró tras la llegada de Luis XV al trono de Francia (1712) y que se caracterizaba por sus temas minuciosos y coquetos como las galanterías refinadas, los juegos amorosos, situaciones íntimas y escenas eróticas y algo picantes. Sus máximos representantes fueron Francois Boucher y su alumno Jean Honoré Fragonar, cuyos cuadros alcanzaron gran fama y formaron el gusto artístico de la época. Los pintores del Rococó sufrieron el desprecio de sus contemporáneos por la frivolidad y la glorificación de la aristocracia, situación algo injusta ya que esos cuadros eran a la vez una insurrección a la moral de la iglesia. Por eso mismo tenían, aunque más velados, los mismos planteamientos de la ilustración defendida por los filósofos como Voltaire y Rousseau. Boucher fue considerado en su época como el artista de moda. Su labor abarcó desde pinturas hasta ornamentaciones para numerosos edificios, ilustración de porcelanas y dibujos para autores como Moliere. Pintaba con colores claros, porcelanosos y algo fríos. Fragonard fue, en cambio, alegre y festivo. Convirtió situaciones corrientes en escenas estéticas al servicio de la belleza y del amor. Fue expulsado de la corte de Luis XV por libertino pero aún así recibió muchos encargos de privados. Su cuadro más famoso es “El columpio” donde un amante mira por debajo del vestido de su amada mientas ella, por cierto, se columpia.