Doctrina y práctica política nacida como bandera de la contrarrevolución en Rusia que afirmaba que una Revolución Mundial no era necesaria para «construir» el socialismo y que la defensa del estado ruso, recalificado como «patria socialista», era la principal conquista del proletariado universal. En consecuencia, las relaciones internacionales del capitalismo de estado ruso debían primar sobre el desarrollo de la Revolución Mundial; y la Internacional y sus distintos partidos nacionales supeditarse incondicionalmente a la defensa de la «patria socialista». En la práctica su adopción afirmó los intereses de la burocracia rusa por encima de la Revolución mundial. Al impornerse en los partidos nacionales desde la Komintern, éstos cruzaron la frontera de clase del internacionalismo, llevando a derrotas cada vez más sangrientas al proletariado (Gran Bretaña, China, Alemania) hasta encabezar la represión de la revolución en España en 1936-37, abriendo el paso a una nueva guerra imperialista mundial en la que llamarían al encuadramiento con las potencias imperialistas aliadas.