Estar a cubierto
Se dice que el templo, una reunión, un documento, etc., están a cubierto, para significar que están en seguridad, bien guardados y libres de toda ingerencia o mirada profana. En los trabajos que celebran los Masones, en todos los Grados que comprenden los distintos Ritos, el primer deber de los Vigilantes de la Logia es siempre el de asegurarse si el Templo se halla a cubierto y en seguridad, tanto interior como exteriormente. Para ello, en general, se dispone que por los Guardias exteriores se verifique un escrupuloso reconocimiento, por los alrededores del Templo, y nunca se da principio a una ceremonia hasta que éstos hayan dado cuenta de su cometido. Entonces se procede a inspeccionar el interior por los Vigilantes que, cumpliendo el segundo de sus deberes, recorren sus respectivas columnas. Una vez cerciorados de que el Templo se halla a cubierto, tanto interior como exteriormente, se procede a la apertura de los trabajos, con sujeción a las fórmulas prescritas por el ritual.