Machón de protección
Es una cantidad de mineral, con espesor previamente definido, que no se extrae durante la explotación y que sirve como una muralla, un techo o un piso de protección en los diferentes laboreos de desarrollo, preparación y extracción de la unidad de explotación. El espesor de este machón depende de: la potencia del cuerpo mineralizado (o manto, en el caso de carbones); buzamiento; resistencia del material explotado; espesor del recubrimiento o sobrecarga y la velocidad de arranque. El espesor debe ser mínimo para optimizar la recuperación, dada la mayor seguridad posible. La cantidad de mineral dejada en los machones es menor en proporción cuando la distancia entre niveles es mayor. La recuperación de un machón es un trabajo costoso, difícil y peligroso.