Rocas hipoabisales
Grupo de rocas ígneas cristalizadas a profundidad intermedia, en general, bajo una presión y una temperatura (intermedias) suficiente para impedir la fuga de cantidades excesivas de gas, aunque de forma rápida, dada la conformación y las dimensiones limitadas de las masas geológicas (diques, apófisis, lacolitos). Las rocas hipoabisales o subvolcánicas se pueden considerar como un caso particular dentro de las plutónicas, ya que son rocas que también cristalizan bajo la superficie de la Tierra, aunque en condiciones de menor presión y temperatura (a profundidades someras), lo que hace que su enfriamiento sea más rápido, y dan origen a texturas características, diferentes a las propias de las rocas plutónicas. Desde el punto de vista composicional, son equivalentes a las plutónicas, por lo que pueden tener la misma gama de composiciones mineralógicas que éstas. Se suelen nombrar con el nombre de la roca plutónica (o volcánica) equivalente, con el prefijo pórfido (por ejemplo, pórfido granítico, pórfido andesítico) o con nombres que aluden a términos texturales: granófiro, por la textura granofídica, dolerita (alude a su textura dolerítica), ofita (textura ofítica). Otras presentan nombres propios, como las diabasas (de composición basáltica). Aparecen formando intrusiones que raramente alcanzan grandes volúmenes. La morfología de estas intrusiones permite diferenciar entre diques (morfología tabular, y discordantes con la estratificación de la roca en la que encajan), silos (también tabulares, y concordantes o subconcordantes con la estratificación), lacolitos (masas de cierto volumen, subconcordantes y de morfología lenticular, con muro plano y techo convexo hacia arriba), o lopolitos (intrusiones también concordantes en forma de cubeta, cóncavas hacia arriba). Las principales rocas subvolcánicas son las variedades graníticas (granófiro, aplita) y las del gabro (diabasa o dolerita y ofita). Su aplicación industrial suele ser limitada, debido sobre todo al escaso volumen que presentan. Ocasionalmente pueden servir como roca para la obtención de áridos, o muy excepcionalmente, como roca ornamental.