Danae
El oráculo había vaticinado a su padre, Acrisio, que el hijo de Danae le mataría. Para evitar su propia muerte, Acrisio manda encerrar a su hija en una cámara de bronce. Pero el enamoradizo Zeus consiguió unirse a ella en forma de lluvia de oro, y así nació Perseo. Son muy abundantes las representaciones pictóricas de estas escenas.