Faetonte
Hijo de Helios/Sol a quién pidió, como prueba de su paternidad, que le dejara conducir por un día el carro del sol. Pronto, los fogosos caballos de Helios se percatan de que su nuevo auriga es sumamente inexperto en el manejo de las riendas. Ante los excesos de Faetonte, que en su loca carrera puso en peligro a los habitantes de la tierra, Zeus terminó por fulminarlo y derribarlo sobre las aguas del río Erídano. Sus hermanas, las Helíades, lloraron por él lágrimas de ámbar.