Helena
Hija de Píndaro -o de Zeus- y de Leda. Pretendida por muchos hombres, al final ella se decidió, sin que sepa claramente las razones, por Helena, que llegó ser rey consorte de Esparta. Tras el Juicio de Paris, Helena marcha a Troya- lo que provoca la guerra- desde cuyas murallas contempla a veces el asedio de los griegos (también llamados aqueos en las obras homéricas). Tras la caída de la ciudad regresa con su marido a Esparta. Hay variantes en la tradición mitográfica y literaria: la más novedosa es una que alude que Helena nunca estuvo en Troya ni fue causante de la guerra, sino que permaneció retirada en Egipto, donde fue localizada por Menelao al regresar de la guerra.