Ícaro
Hijo del famoso escultor y arquitecto, Dédalo. Según cierta tradición fue el primer hombre que trabajó la madera. Fue encerrado en el laberinto de Creta junto a su padre, de donde pudieron salir gracias a que éste fabricó para ambos unas alas. Debido al impulso de sus pocos años, Ícaro no pudo sustraerse al vértigo de la velocidad y de poder volar a su antojo por el cielo. Finalmente murió al precipitarse sobre el mar de Icaria.