Glosario Ornitología / Término
(Tambien llamado nido en hueco) El nido en cavidad es una cámara, típicamente en madera de árboles vivos o muertos, pero a veces en los troncos de helechos arborescentes o grandes cactus, incluyendo saguaros. En áreas tropicales, las cavidades son a veces excavadas en nidos arbóreos de insectos. Un número relativamente pequeño de especies, incluyendo carpinteros, curucúes, algunos trepadores Sitta y muchos barbudos, pueden excavar sus propias cavidades. Muchas más especies—incluyendo loros, páridos, azulejos, la mayoría de los calaos, algunos martín-pescadores, algunos búhos, algunos patos y algunos papamoscas—usan cavidades naturales, o las abandonadas por especies capaces de excavarlas, y también a veces usurpan los nidos que están siendo usadas por sus dueños excavadores. Aquellas especies que excavan sus propias cavidades son conocidas como "anidadoras de cavidad primarias", mientras que aquellas que usan cavidades naturales o las excavadas por otras especies son llamadas "anidadoras de cavidad secundarias". Ambos tipos de anidadores en cavidades pueden ser inducidas a usar cajas nidos (también conocidas como casas de pájaro); estas imitan cavidades naturales, y pueden ser críticas para la supervivencia de especies en áreas donde hay falta de cavidades naturales.
Los carpinteros o picos usan sus picos con forma de cincel para excavar sus propios nidos en cavidad, un proceso que toma, en promedio, unas dos semanas. Las cavidades son excavadas normalmente en el lado que mira hacia abajo de una rama, presumiblemente para hacer más difícil a los predadores el acceso al nido, y para reducir la posibilidad de inundación del nido por la lluvia. Existe también alguna evidencia de que la pudrición por hongos puede hacer que la madera de la cara inferior de los troncos inclinados sea más fácil de excavar. La mayoría de los carpinteros usa una cavidad sólo por una sola temporada de cría. El amenazado pico de Florida o carpintero de cresta roja (Picoides borealis) es una excepción, le toma mucho más tiempo—hasta dos años—excavar la cavidad para su nido, y puede reutilizarla por más de dos décadas. El nido típico de carpintero tiene un túnel horizontal corto que lleva a una cámara vertical dentro del tronco. El tamaño y forma de la cámara dependen de la especie, y el agujero de entrada es típicamente sólo tan grande como lo necesario para el acceso de las aves adultas. Dado que son sacadas virutas de madera durante el proceso de excavación, la mayoría de las especies recubren el fondo de la cavidad con una cama fresca de éstas antes de poner sus huevos.
Los curucúes o trogones excavan la cavidad para hacer sus nidos arrancando con el pico en madera muerta muy blanda; algunas especies hacen cámaras completamente cerradas (accesibles desde una entrada en túnel inclinado hacia arriba), mientras otras—como el extravagantemente emplumado quetzal resplandeciente (Pharomachrus mocinno)—construyen nichos más abiertos. En la mayoría de las especies de curucúes, ambos sexos ayudan en la construcción del nido. El proceso puede tomar varios meses y una sola pareja puede comenzar varias excavaciones antes de encontrar un árbol o tocón con madera de la consistencia necesaria.
Las especies que usan cavidades naturales—o viejos nidos de carpintero—a veces recubren la cavidad con material suave como hierba, musgo, liquen, plumas o pelambre. Aunque un número de estudios han intentado determinar si los anidadores de cavidades secundarias escogen preferentemente cavidades con un orificio de entrada orientado en ciertas direcciones, los resultados aún no son concluyentes. Mientras algunas especies parecen escoger preferentemente huecos con ciertas orientaciones, los estudios no han mostrado diferencias consistentes en las tasas de descendencia volandera entre nidos orientados en diferentes direcciones.
Las especies moradoras en cavidades tienen que enfrentarse con el peligro de los predadores que pueden acceder a su nido, atrapándoles a ellos y a sus crías dentro y sin posibilidad de salir. Tienen una variedad de métodos para disminuir la probabilidad de que esto ocurra. Picoides borealis pela la corteza alrededor de la entrada, y taladra piquetes arriba y abajo del hoyo; y, dado que anidan en árboles vivos, el flujo de resina resultante forma una barrera que impide que serpientes alcancen el nido. El trepador Sitta canadensis riega savia alrededor de su hoyo de entrada, mientras que Sitta carolinensis restriega insectos malolientes alrededor del suyo. Sitta europaea cierra parte del hueco de entrada con fango, disminuyendo el tamaño y a veces extendiendo el túnel de la cámara. La mayoría de las hembras de calaos se sellan ellas mismas dentro de la cavidad de su nido, usando una combinación de barro (en algunas especies traído por sus parejas), junto con restos de comida y los excrementos para reducir el hoyo de entrada a una estrecha hendidura.
Enlace permanente: Nido en cavidad - Fecha de creación: 2013-06-02