Glosario Ornitología / Término
Estructura queratinosa de la piel del ave. Su estructura es más compleja de la de cualquier otro apéndice tegumentario de los vertebrados (escamas, pelo, cuernos, etc.). Son fundamentales en el vuelo aviar, pues forman la superficie sustentadora del ala. El conjunto de todas las plumas de un ave recibe el nombre de plumaje, y forma una capa densa, aislante, que protege al animal frente al agua y el frío. Las plumas tienen también otras funciones relacionadas con su color y su vistosidad, como el reconocimiento entre los miembros de la misma especie, el camuflaje, la diferenciación de sexos y el cortejo.
Las primeras plumas aparecieron en los dinosaurios. Recientes estudios han demostrado que el Sinosauropteryx, el Shuvuuia, el Microraptor, caudipteryx y otros muchos dinosaurios terópodos descubiertos en los últimos años tenían plumas. En principio eran estructuras más simples (protoplumas) parecidas a pelos que se fueron haciendo más complejas. El hallazgo de plumas en dinosaurios que no contaban con una quilla desarrollada (esencial para el proceso de vuelo) demuestran que las plumas son anteriores al proceso vuelo, y por tanto su aparición no obedece a esta causa.
Las plumas debieron entonces tener una función diferente inicialmente, muy probablemente fueron usadas en la termorregulación y posteriormente para el cortejo, tal y como muchas aves lo hacen hoy en día. Eventualmente algunos dinosaurios arborícolas habrían adaptado su uso para el planeo, mientras otros dinosaurios corredores pudieron usarlas para aletear, bien fuera para aumentar la velocidad de su carrera y altura de sus saltos, en ambos casos las plumas resultan ser (gracias a su ligereza y forma) una herramienta muy adecuada, no obstante se desconoce a ciencia cierta cuál de éstos mecanismos habría dado a las plumas su función más conocida: volar.
Las plumas están formadas por un cañón o raquis, con el que se insertan al cuerpo, y un estandarte formado por barbas dispuestas a los lados del raquis. De las barbas salen unas barbillas que pueden engancharse entre sí.
Existen diferentes clases de plumas:
Tectrices: recubren todo el cuerpo y constituyen la superficie de protección del ave frente a los agentes externos, como la lluvia, el sol o la abrasión.
Plumón: son más pequeñas que las anteriores, tienen las barbas libres y su función es evitar las pérdidas de calor.
Remeras o rémiges: son las plumas del ala. Las que insertan más hacia el extremo del ala se llaman primarias; a continuación se insertan las secundarias, mientras que las más cercanas a la base son las terciarias. Todas las plumas remeras están cubiertas en su base por unas plumas más cortas, dispuestas en series y denominadas coberteras.
Timoneras o rectrices: son las plumas que forman la cola, que se insertan en las últimas vértebras caudales. En su base están cubiertas por las coberteras supra e infra-caudales.
Filoplumas: parecen pelos. Función táctil, sensorial. Distribuidas en las plumas de contorno.
Cuando se forma un penacho sobre la cabeza se lo denomina copete.
Las plumas se mantienen impermeables gracias a una sustancia grasienta segregada por una glándula cercana a la rabadilla, denominada glándula uropigial. El ave recoge la secreción con el pico y la extiende por todo el cuerpo.
La coloración varía mucho dependiendo de las especies: en algunas resulta muy llamativa, mientras que en otras es críptica (con un diseño que imita el hábitat en el que vive el ave). También suele ser distinta en los machos, hembras y jóvenes y, a menudo, es más viva durante la época nupcial.
Ya que la pluma es una estructura muerta (una vez desarrollada ya no recibe más aporte del cuerpo del ave que el sustento físico), para mantener el plumaje en buenas condiciones, el ave debe renovar sus plumas de forma periódica. A este proceso, que consiste en la pérdida secuencial de todas o parte de las plumas y su sustitución por plumas nuevas, se conoce con el nombre de muda. Dependiendo de numerosas variables, las diferentes especies de aves siguen una enorme variedad de estrategias de muda, aunque la renovación total del plumaje (muda completa) suele realizarse una vez al año, generalmente después de la reproducción. En numerosas especies, antes de la reproducción tiene lugar también la sustitución de parte del plumaje (muda parcial) con la finalidad, entre otras, de adquirir diseños llamativos encaminados a favorecer la conquista de una pareja o la defensa del territorio.
Enlace permanente: Pluma - Fecha de creación: 2013-06-02