Irrumar

Irrumar es la acción de realizar una irrumación, que es una variante de la felación en la que el varón toma protagonismo en el acto y es él quien penetra la boca del receptor, controla los ritmos y domina a su acompañante pasivo, que queda supeditado a la actitud de la otra parte.

La irrumación (del latín irrumatio, irrumare, "amamantar" ) es una variante de la felación (el sexo oral sobre el pene y el escroto).

Hay una sutil diferencia entre la irrumación y la felación: en la felación la persona feladora (la que chupa) se mueve (mientras el felado se queda en una actitud pasiva), en el caso de la irrumación el irrumado (el hombre cuyo pene será chupado) realiza todos los movimientos, situado encima o al lado de la persona que irruma, quien —usualmente acostada y en actitud pasiva— recibe el pene en la boca.

En la Antigua Roma la irrumación se consideraba un tipo de vejación, como se ve evidenciado en los grafitos pornográficos y obscenos y en los frescos hallados en el siglo XVIII en las paredes de las ruinas de Pompeya y en los Priapeos.

Por eso hay que distinguir entre la felación y la irrumación, que no son exactamente lo mismo: la felación, que para los antiguos era algo pasivo, humillante, pone el acento en que uno recibe la penetración de una verga en su receptáculo bucal, en que chupa y traga, es decir en que se la mama a otro, limitándose a dejarse hacer, por lo general; mientras que la irrumación pone el acento sobre nuestra actividad: irrumar a uno, más que darle la polla a mamar, es propiamente follarlo por la boca, utilizar la cavidad y profundidad de su garganta como un receptáculo para la penetración y eyaculación de la verga similar a la vagina de las mujeres o al ojete de los mancebos.

Para los antiguos era vergonzoso, es decir, pasivo o femenino, que un hombre le hiciera una felación a otro hombre, pero irrumar a otro era un acto de supremacía masculina: por eso amenaza el poeta latino, que se las da de macho, a sus enemigos Aurelio y Furio con convertirlos en feladores, en irrumarlos, es decir en joderlos, además de por el culo, por la boca metiéndoles la verga, como suele decirse, hasta los mismísimos cojones.

La diferencia entre ambas se debe al rol pasivo o activo de quien realiza la estimulación oral de los genitales masculinos. Si mantiene una actitud activa, se trata de una felación. Si se limita a abrir la boca, dejando que sea el dueño del pene el que se mueva, estamos hablando de una irrumación.

Véase Felación.