Poli (éter-éter-cetona), plástico de
Con su flexibilidad se comporta como un verdadero termoplástico y tiene la posibilidad de cristalizar de un 25 a 50%. Su elevada temperatura de transición cristalina y su elevado punto de fusión, combinado con una elevada temperatura de estabilidad química, sitúan este plástico entre los mejores termoplásticos técnicos conocidos. Sin embargo por su elevado coste, su mercado actual es reducido, utilizándose en la industria nuclear, de ordenadores y aeronaútica.