Ideal del yo

Freud para entender este concepto describe primero al yo ideal que “recae en el amor en sí mismo de que en la infancia gozó el yo real” (1916. p. 91). Es decir que el narcisismo, se encuentra relegado a este nuevo yo ideal, donde la libido en el hombre, se muestra incapaz de renunciar a esa satisfacción de gozo en la infancia, es por eso que decimos que el ideal del yo es ese sustituto de ese narcisismo olvidado o perdido en la infancia en la que, el niño es fuente de su propio ideal (Freud, 1916. p.91). Además, a este concepto del ideal del yo, también se lo conoce como heredero del superyó, ya que se dice que está orientado sobre la conciencia moral, que parte de aquella influencia directa por parte de los padres, que posteriormente se le sumarán los educadores, “como un enjambre indeterminado e inabarcable, todas las otras personas del medio”(Freud, 1916. p.92). Por lo tanto se encontrará la opinión pública y del prójimo.

Docente: no queda clara la diferencia entre Yo ideal e Ideal del yo, la definición trata a ambos términos de manera indiferenciada.

Tanto Lacan como Freud en sus obras definen el término del ideal del yo, Lacan menciona a esa idea del yo que se origina por la imagen especular del estadio del espejo la cual es una ilusión de unidad del cuerpo. Es por esto que el ideal del yo para Lacan tiene un estatuto imaginario. En tanto que para Freud tiene un estatuto simbólico formado por la identificación primaria, la cual es la fuente que origina a todas las identificación secundarias que puedan darse. También se menciona que la formación del yo se da por la influencia de los padres a mi parecer más de parte de la madre (se habla de funciones) y al pasar del tiempo estas influencias cambian de emisor siendo los profesores, amigos y familiares quienes le presenten una imagen del yo al sujeto y con esto se pueda dar paso al concepto del "súper yo" (Mejía, 1999, p. 1-5). En conclusión con cualquiera de las dos definiciones a lo que se quiere llegar es que la persona debe pasar por varias identificaciones para poder construir su personalidad real y tener un lugar en el mundo.

Rivelis (2009), explica que el superyó aloja las metas, objetivos y direcciones que los seres humanos se plantean en su vida, por lo tanto Freud denomina la función del superyó como ideal del yo. En términos estrictos el ideal del yo corresponde a la función de formación de ideales, aunque no todos los ideales construidos son conscientes, Freud explica que el superyó hunde sus raíces en el ello, esto es así porque los ideales que son conscientes y sus orígenes se deben a que sus representaciones están alojadas en el ello, vinculadas con el yo ideal y con la línea de idealidad (que se refiere a la diferenciación entre el yo ideal y el ideal del yo, se inicia con el propio yo, yo placer y yo de placer purificado). Para diferenciar el ideal del yo y el yo ideal, Rivelis, (2009), plantea que el yo ideal es una formación que corresponde a un ideal de omnipotencia que se puede vincular con el narcisismo infantil, el yo ideal pertenece al ello, “es el yo quien pone en funcionamiento los deseos del ello” (Rivelis, 2009, p. 97).