Glosario Psicología / Término
El autismo forma parte de los llamados trastornos generalizados del desarrollo, que también engloban al trastorno de Asperger (una forma mucho más leve donde no está alterado el lenguaje ni la inteligencia) y al trastorno generalizado del desarrollo no especificado. En éste grupo también se clasifican el trastorno desintegrativo de la infancia y el síndrome de Rett.
Los niños con trastorno autista tienen déficits severos en tres áreas principales: interacción social, comunicación, y comportamientos e intereses repetitivos estereotipados (movimientos que son siempre iguales). En éstos trastornos no sólo se produce un retraso del desarrollo, sino un desarrollo atípico, con amplia alteración de las funciones. La mayoría de los niños con trastornos generalizados del desarrollo también sufren retraso mental. Dentro de los niños con autismo hay un amplio espectro de gravedad, teniendo algunos síntomas más graves y otros más leves.
Los déficits en la interacción social son probablemente los más característicos y específicos de los niños con autismo. Desde pequeños los niños no miran a su madre y no responden a los gestos y miradas de la gente a su alrededor, por lo que a veces los padres dudan de si son ciegos o sordos. Cuando son más mayores, los niños con autismo no buscan el contacto con otras personas y en el caso de ser capaces de responder a interacciones sociales, no son capaces de mantenerla, ni de darse cuenta de los sentimientos o pensamientos de los demás, por ellos prefieren jugar en solitario. Los padres de estos niños a veces dicen que al cogerles en brazos los niños no se dejan acurrucar y mantienen una postura rígida, dándoles la sensación de que no saben acunarles correctamente, lo cual les hace sentirse muy inseguros.
Respecto a los problemas serios en el lenguaje comunicativo y los gestos, los niños con autismo frecuentemente no tienen un lenguaje inteligible, o repiten las palabras que oyen (ecolalia), alteran el orden de las palabras o las usan con significados particulares para ellos. Si hablan generalmente pronuncian correctamente y la gramática es correcta, pero fallan en palabras con varios significados según el contexto, o en las reglas prácticas del lenguaje (explicar cosas que el interlocutor desconoce, saludar al principio y despedirse al final de una conversación, etc). También fallan en el aspecto no verbal de la comunicación, como en los gestos, mirar a la cara de la gente a la que hablan, y no hacen entender a su interlocutor que les oyen y les entienden, etc. Debido a estos problemas de comunicación, la imaginación está muy afectada, y los niños con autismo no son capaces de usar juguetes para juego simbólico o imaginativo. Los comportamientos repetitivos o estereotipados incluyen intereses muy concretos y estrechos, son niños a los que sólo les interesa una cosa de manera excesiva e inflexible (las ruedas de los coches, los dinosaurios, los libros de color rojo…), que realizan rituales o rutinas repetidos sin función alguna, o movimientos estereotipados (como aleteo de las manos, movimientos de los dedos…), y les interesan mucho y preocupan las partes de los objetos. Para un diagnóstico de trastorno autista los niños deben tener múltiples síntomas en las tres áreas mencionadas, especialmente en el área de interacción social defectuosa: disminución de comunicación no verbal (mirar a los ojos, expresiones faciales, posturas y gestos para regular la interacción social), déficit en encontrar amigos y relaciones sociales apropiadas, falta de deseo de compartir el interés por las cosas o la alegría con otros (no señalan a las cosas que les interesan, no enseñan a los padres cosas que les gustan o logros que obtienen, como un dibujo que han hecho…), y no tienen reciprocidad social o emocional.
Repliegue excesivo sobre uno mismo.
Trastorno mental que afecta especialmente a los niños. El sujeto se aísla del entorno, encerrándose en sí mismo y concediéndole una atención cada vez menor a la realidad que lo rodea.
Una persona con autismo es una persona encerada en si misma y aislada del mundo que le rodea suele confundirse con timidez, falta de atención e excentricidad.
Trastorno mental que afecta especialmente a los niños. El sujeto se aisla del entorno, encerrándose en sí mismo y concediéndole una atención cada vez menor a la realidad que lo rodea.
Enfermedad psicológica que se caracteriza por una conducta totalmente replegada y encerrada sobre uno mismo, sin mantener contacto con la realidad exterior. Frecuentemente aparecen conductas autistas en los esquizofrénicos.
Enlace permanente: Autismo - Fecha de actualización: 2019-09-01 - Fecha de creación: 2018-03-27