Glosario Psicología / Término
Existen dos tipos diferentes de cambio: uno que tiene lugar dentro de un determinado sistema, que en sí permanece inmodificado (cambio-1 o cambio de primer orden) , y otro cuya aparición cambia el sistema mismo (cambio-2 o cambio de segundo orden).
En el cambio-1, los parámetros individuales varían de manera continua pero la estructura del sistema no se altera, mientras que en el cambio-2, el sistema cambia cualitativamente y de manera discontinua, pues se producen cambios en el conjunto de reglas que rigen su estructura u orden interno.
Los sistemas que tienen la capacidad de variar de manera cualitativa son mucho más capaces de adaptarse a las alteraciones de su ambiente que los sistemas que sólo admiten cambios-1, es decir, son los que tienen capacidad para aprender.
El cambio-1 se basa en gran medida en la retroalimentación negativa, que equilibra las desviaciones y mantiene el sistema en un nivel constante: por tanto, implica volver a la situación anterior. El cambio-2 se basa en la retroalimentación positiva, que aumenta las desviaciones e inicia así el desarrollo de nuevas estructuras: es un cambio del cambio.
En psicoterapia familiar, se observa que muchas de las soluciones intentadas por la familia para resolver el problema de consulta son cambios-1 (por ejemplo frente al problema de aprendizaje del niño poner un profesor particular, cambiarlo de colegio, castigarlo, recompensarlo, etc.), ya que estos intentos no consiguen modificar cualitativamente las relaciones entre los miembros, o sea, las estructura familiar. El cambio-2 pasa por modificar las relaciones sin necesidad de que un miembro tenga que desarrollar un síntoma.
El fenómeno 'más de lo mismo' es un típico ejemplo de Cambio-1. Consiste en aplicar reiteradamente el mismo intento de solución, a pesar de no obtener los resultados deseables, en vez de cuestionarse la conducta que uno aplica para la solución del problema, el individuo parte de la premisa mental de que esa conducta es la correcta, y la justificación que se da al hecho de no obtener el resultado deseable es que 'no la aplica con la suficiente intensidad'.
Por ejemplo, cuando una esposa exige que su marido sea más comunicativo con ella y no lo consigue, en vez de abandonar esa conducta de exigencia, lo que hace es incrementarla, suponiendo que mientras 'más insista' más cerca estará de conseguirlo. Lo que ocurre es que mientras 'más' le presiona ella 'más' se cierra él, apareciendo un segundo problema, el que ahora su marido no sólo es poco comunicativo sino que se muestra despreciativo y rechazante. Es la 'solución aplicada' lo que crea el problema.
Watzlawick P y otros, Cambio. Barcelona: Herder.
Mentalmente las personas van cambiando a lo largo del tiempo, sea como consecuencia de decisiones concientes, nuevas experiencias, reflexiones sobre uno mísmo, crisis, intervenciones terapéuticas, etc. No obstante, generalmente se acepta que, una vez formado el núcleo básico de la personalidad durante la infancia, algunos aspectos ya no podrán cambiarse, otros serán difíciles de cambiar y otros podrán ser cambiados más fácilmente. En particular los valores y creencias son difíciles de cambiar, aunque no imposible. Tal vez aquello que no puede cambiarse tenga relación con aspectos ligados a lo constitucional, como un límite máximo de inteligencia, o el temperamento. En cualquier caso, responder la pregunta sobre si "la gente cambia o no cambia" dependerá del alcance que le demos a esta palabra. En relación al cambio de personalidad, de cierta definición de este vocablo de desprende que la personalidad no cambia precisamente porque es el aspecto estable del psiquismo que se mantiene idéntico a lo largo del tiempo.
Cazau P (2003), Vocabulario de Psicología. Redpsicología.
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